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Traición y Furia: La Historia de Una Mujer Abandonada

La Trampa de La Codicia

Un dia Caden se presentó con un aire urgente, pero con voz amable. “Tenemos que arreglar esto,” dijo, buscando en Elara una aliada. Ella, sin cambiar el gesto, asintió: “Claro, resolvámoslo juntos.” En su mente, era otra oportunidad para estudiar sus movimientos.

Él comentó que necesitaba el fondo de Elara para una supuesta empresa tecnológica con Liora, apenas una excusa para justificar su ambición. Elara, impecable en su actuación, fingió curiosidad. Por dentro, despreciaba la superficialidad de su plan. Nada de eso le parecía real. Sabía que él solo buscaba dinero. Y eso la beneficiaba. La trampa ya estaba puesta. Solo quedaba esperar que él la pisara.

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