Traición y Furia: La Historia de Una Mujer Abandonada
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By Edward Clark
La Codicia Cuesta Caro
Caden se quedó solo, rodeado por el eco de sus malas decisiones. Todo lo que había perseguido con ambición se desmoronaba. “Lo he perdido todo”, murmuró, enfrentándose al vacío. La imagen de Elara donando su herencia era un contraste doloroso con su codicia. Había buscado poder, pero encontró ruina.
Los lujos con Liora, las promesas vacías, todo se esfumó. Ahora quedaba solo él y su conciencia, ese juez implacable. Caden entendía que la traición no solo destruye lo ajeno, sino que también consume al traidor. Y en ese silencio que lo envolvía, supo que no habría redención, solo arrepentimiento eterno.
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