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Traición y Furia: La Historia de Una Mujer Abandonada

Un Cierre con Aroma a Paz

Elara lo miró con una mezcla de compasión y decisión. “Nunca se trató solo de nosotros,” dijo con firmeza. “Se trata de asegurar que nunca más me vea atrapada en una historia como la nuestra.” Caden, con los ojos vidriosos, asintió.

En su interior entendía que ese era el final, y que no podía culparla. Elara, por su parte, no buscaba venganza. Buscaba paz, esa que solo llega cuando uno deja de luchar por lo que no necesita. Cerró la puerta suavemente, como si sellara un capítulo. Y al alejarse, supo que la amabilidad no debía sacrificarse para ser libre.

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